“Juntos,
Poesía,
Fuimos
Al
combate, a la huelga,
Al
desfile, a los puertos,
A
la mina,
Y
me reí cuando saliste
Con
la frente manchada carbón
O
coronada de aserrín fragante
De
los aserraderos”
Pablo
Neruda, Oda a la Poesía.
Neftalí
Ricardo Reyes Basoalto, fue y sigue siendo una de las voces más
comprometidas de la Poesía latinoamericana , aunque algunos intenten
ignorar ese aspecto, donde se involucraba con las luchas sociales,
las revoluciones internacionales, el sufrimiento diario de la clase
obrera, en pocas palabras: su Militancia Comunista.
Neruda
es cierto, es el Poeta del AMOR, pero de ese amor que se sacrifica
por el bien común abrazando consignas solidarias, de ese Amor digno
que no se vende a la estupidez del imperio de la cursilería, de ese
Amor apasionado que oprime la esclavitud, de ese Amor sin
condiciones, de ese Amor que trasciende y derriba murallas.
Neruda
es el Poeta Latinoamericano más conocido en todo el mundo, Premio
Nobel de Literatura, amigo y defensor de Salvador
Allende (el compañero Presidente que defendió las ideas del
socialismo hasta el día de su muerte), y principalmente es el Poeta
que se sacrifico y convivió con su Pueblo; aquí lo afirma, el 13
de Diciembre de 1971 en el discurso de recepción del Premio Nobel de
Literatura: “Comprendí,
metido en el escenario de las luchas de América, que mi misión
humana no era otra sino agregarme a la extensa fuerza del Pueblo
organizando, agregarme con sangre y alma, con pasión y esperanza,
porque solo de esa henchida torrentera pueden nacer los cambios
necesarios a los escritores y a los Pueblos”.
El Poeta sigue cantando las causas urgentes y necesarias, su poesía
es una acción transformadora que percibe y acompaña el ideal
Bolivariano de independencia e integración, su poesía posee la
sustancia directa del tiempo y de la historia.
Pablo,
seguramente hoy es, ese vigilante que se funde en Tierras Malvinas
para expulsar invasores ingleses, que acompaña con paso firme las
protestas de los estudiantes chilenos. Seguramente visita las minas
de Chile para alentar a los compañeros mineros a la lucha por sus
derechos, No dudo que recorra las calles de Caracas saludando a los
niños y a sus madres mientras recuerda al Padre Bolívar con su
despertar de alegría transformadora; Es así, debe ser así, Neruda
sigue con nosotros, porque las almas de conciencia sensible nunca
mueren.
Se
habla de que El Pablo Neruda, vivió un antes y un después en su
poesía. Que solo seria Poeta Político desde 1936, al principio,
estudiante en Santiago, era un lírico de precoz brillante, en hábil
posmodernismo, estrenado en crepusculario (1920- 1923). Y es cuando
estalla la Guerra Civil Española, es donde sale el próximo Neruda,
aquel que escribió España en el Corazón. Comprendió que el Poeta
no puede concebir lo individual si no es por lo colectivo. Ahora va
hacia los necesitados y excluidos, esa es la grandeza de la acción
de la dialéctica de los Poetas. Neruda, voz insurgente de América
Latina.
“No
hay soledad inexpugnable. Todos los caminos llevan al mismo punto a
la comunicación de lo que somos. Y es preciso atravesar la soledad y
la aspereza, la incomunicación y el silencio para llegar al recinto
mágico en que podemos danzar torpemente o cantar con melancolía;
mas en esa danza o en esa canción están consumados los más
antiguos ritos de la conciencia: de la conciencia de ser hombres y de
creer en un destino común” Pablo Neruda.
Emilio
Pino Salinas
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