martes, 21 de junio de 2011

VER PARA LEER



Navegando un poco por el internet, pude descubrir una joya de programa literario, Ver para Leer (por youtube podrán verlo), conducido exitosamente por el escritor argentino Juan Sasturain.  
            Ver para Leer, por lo que investigue en algunos diarios digitales argentinos es un programa televisivo transmitido por el canal cultural Telefé, los domingos a la media noche. Y busca principalmente la divulgación de contenidos literarios, cuyas dificultades llevan al señor Sasturain a hablar de temas relacionados con la literatura. Visita librerías, entrevista algún escritor, recomienda lecturas y ofrece datos sobre los libros, por ejemplo, el episodio que vi y más me impresiono, fue acerca de los libros gruesos; al moderador se le extravía la primera edición argentina de Ulises de James Joyce, cuyo libro no le pertenece y debe emprender una afanosa búsqueda. 
            En alguna entrevista Juan Sasturain definía los objetivos de Ver para Leer “El objetivo primero es “sacar el miedo” a los libros y a la ficción literaria, convertirlos en realidades accesibles, objetos interesantes hechos y disfrutados por poetas y escritores que son gente como uno que tiene algo que contarnos”. Comenta sobre su aporte al dentro del espacio y de la pasión que siente a la hora de leer “sólo digo la verdad, lo que me pasa a mí; leo porque me gusta, no porque deba hacerlo ni porque sea necesario que lo haga. Sólo creo que si uno transmite el gusto por lo que hace – cocinar, tocar el saxo, hacer gimnasia, leer poesía y narrativa- puede llegar a despertar en el otro que lo ve la sensación que acaso valga la pena probar de que se trata”.
            Llama mí atención es la extraordinaria producción y el apostar por un programa literario, que realmente vale la pena. La lectura siempre será una buena opción. 

Juan Sasturain: Escritor y periodista Argentino. Publicó las novelas Manual de perdedores I Y II, Arena en los zapatos, los sentidos del agua, parecido S.A, los dedos de Walt Disney, Brooklin y medio y la lucha continúa. Licenciado en letras, fue docente en las universidades de Buenos Aires y de Rosario. Como periodista, colaboró en clarín, la opinión. Dirige la mítica revista de historietas Fierro, conduce el programa de televisión Ver para Leer. 

Emilio Pino

martes, 17 de mayo de 2011

CESAR SECO HOMENAJEANDO AL CHINO

Este poeta mal peinado es aquel que se apellidaba Valera Mora.
Aquel que lo mismo pasaba vuelto un huracán por Sabana Grande

como amanecía de bala allá en Mérida; el mismo que tiene un pie
en el estribo y saluda a todos sus amores desde Roma silbando la
Canción del soldado justo entre su bigote porque las mujeres no
pueden olvidarlo y él tampoco, aunque él sólo les devuelva versos
y el martillo de su risa cuando en la esquina le sale una navaja y su
paraguas no retrocede ante el vació que llega a buscarlo por ese

oscuro callejón por el que suben escaleras, en tanto que su pluma
dispara filosos y apuntados dardos contra los que tienen nombre
propio; equilibrista además para colmo de las fieras y estrafalario
como él solo si la elegancia es un pañuelo asomado discreto en el
bolsillo. Ahora bien, pregunto: ¿En qué anda el poeta después
que ha hecho el amor? ¿Encenderá un cigarrillo después de que la
foto haya sido tomada? ¿Verá diluirse en sus ojos el más claro cielo
del amanecer o se lo fumará de una sola bocanada como ese bello
cuerpo de mujer que no fue dócil ni amable ni sabio? ¿Evitará que
sus amigos de la pandilla Lautreámont lo vean así? Despechado,
pero buenmozo como ninguno de la cuadra.

(a Benito Mieses)

Escrito por Cesar Seco
http://www.amenecidebala.blogspot.com/

miércoles, 6 de abril de 2011

AMANECÍ DE BALA, EL CHINO VIVE!


Amanecí de bala
Amanecí de bala
amanecí bien magníficamente bien todo arisco
hoy no cambio un segundo de mi vida por una bandera roja
mi vida toda la cambiaría por la cabellera de esa mujer
alta y rubia cuando vaya a la Facultad de Farmacia se lo diré
seguro que se lo diré asunto mío amanecer así
esta mañana cuando abrí las puertas con la primera ráfaga
alborotando tumbando todo entraron a mis pulmones
los otros poetas de la Pandilla de Lautréamont
grandes señores tolerados a duras penas por sus mujeres
al más frenético le pregunto por su libro vagancia city
como me gusta complicar a mis amigos los vivo nombrando
el diablo no me llevará a mí solo
ella antiguamente se llamaba Frida y estaba residenciada en Baviera
en una casa de grandes rocas levantadas por su amante vikingo
sus locuras en el mar de los sargazos
hay sol hasta la madrugada y creo que jamás moriré
sin embargo deseo que este día me sobreviva
soy desmesurado o excesivo y no doy consejos a nadie
pero hoy veo más claro que nunca y quiero que los demás participen
hermoso día me enalteces desenfrenada alegría
no tengo comercio con la muerte no le temo
llevo en la sangre la vida de cada día soy de este mundo
bueno como un niño implacable como un niño
guardo una fidelidad de hierro a los sueños de mi infancia
en este punto soy socrático él y yo elevamos volantines
restituimos la edad de oro el “qué habrá” al final del arco suspendido
ahora mismo se está mudando un río
hoy una morena de belleza agresiva me dijo pero si estás lindo
entonces yo le dije acaso no sucede cada dos mil años pierdo el hilo
día de advenimiento de locos combates de amor a altas temperaturas
desnudos nos hundimos en las agua del mismo río